Sheraton Hotels and Resorts es parte del grupo Starwood, cuyas otras marcas son Westin, St. Regis, Le Méridien, W Hotels y Luxury Collection.

Starwood las llama "marcas distinguidas": alojamiento de lujo para prósperos viajeros y veraneantes.

Pero brutales violaciones de los derechos humanos de los empleados y empleadas de la compañía pueden formar parte de ese distinguido estilo de vida. Hace poco, los trabajadores y las trabajadoras de los hoteles Sheraton en Etiopía y Maldivas trataron de ejercer un derecho humano básico: negociar los términos y condiciones laborales a través de sus sindicatos. Lo que obtuvieron fue el tratamiento integral de la gerencia Sheraton: abuso - brutales despidos masivos e intimidación.

Un lugar privilegiado para abusar de los derechos

Sheraton invita a los huéspedes potenciales al Sheraton Addis en Addis Abeba, Etiopía, con piscinas deslumbrantes, encantadora música bajo el agua y varias opciones de restaurantes para deleitar los sentidos. Los empleados y empleadas acaban de recibir una lección del lado sórdido de este encantador centro.

El año pasado, el sindicato que representa Sheraton Addis desde hace muchos años comenzó a negociar la renovación de su convenio colectivo. Tanto los trabajadores como la gerencia accedieron a que una Junta Arbitral oficial especializada los asistiera. Las negociaciones iban bien, hasta que la empresa se retiró unilateralmente del proceso.

Dos días más tarde el hotel emitió cartas de despido a 65 personas, todas afiliadas al sindicato, incluidos los negociadores aceptados por la dirección de la empresa y del sindicato. ¡El 31 de julio, la dirección se retiró de las negociaciones después de declarar que no estaba dispuesta a negociar con empleados cuyos contratos habían sido rescindidos!

Desde entonces, el sindicato ha estado luchando valientemente por la reincorporación de todos los trabajadores y trabajadoras sindicalizados despedidos ilegalmente. La licencia de la marca Sheraton/Starwood y la gestión del hotel las tiene un multimillonario saudí que la revista Forbes identifica como el mayor inversor individual en Etiopía.

¿Paraíso, perfeccionado?

"Bienvenido a un mundo de sol dorado, restaurantes, deportes acuáticos y entretenimiento, rematadocon la cálida hospitalidad de Maldivas en nuestra propia isla privada", es la invitación que figura en el sitio web del Sheraton Maldives Full Moon Resort & Spa. Pero la hospitalidad en el complejo de lujo no se extiende a quienes trabajan allí y tratan de ejercer derechos humanos básicos.

Impedidos de poner un pie en la isla privada paraíso de Sheraton, los miembros del sindicato han salido a la mar para protestar por el despido de sindicalistas y dirigentes sindicales y exigir sus derechos El año pasado, la Asociación de Empleados y Empleadas de Turismo de Maldivas (TEAM) reclutó a la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de Full Moon, y pidió a la gerencia que los reconociera, se reuniera y negociara con el sindicato. La respuesta de la dirección del hotel fue iniciar un procedimiento disciplinario contra el secretario del sindicato.

Cuando los miembros se reunieron pacíficamente para solicitar una reunión para discutir los ataques injustos al secretario del sindicato, la dirección llamó a la policía, que utilizó la fuerza para desalojar las instalaciones. Al día siguiente, la dirección despidió al presidente del sindicato, al secretario y a otro funcionario sindical. Desde entonces, otros 7 miembros y dirigentes sindicales han sido despedidos y un centenar de miembros del sindicato han recibido advertencias disciplinarias: posible preludio de despido. El complejo se encuentra en una isla privada en la que los dirigentes sindicales no pueden poner un pie sin hacer frente a una detención.

Los trabajadores y las trabajadoras de Sheraton necesitan apoyo

Esto es lo que puede hacer:

En Etiopía y Maldivas, la dirección de Sheraton está tratando de eliminar a los sindicatos con métodos brutales diseñados para inspirar miedo:

Los trabajadores y trabajadoras quieren volver a sus puestos de trabajo - con los derechos sindicales garantizados. Starwood se niega a hablar con los sindicatos - ¡Qué vergüenza, Sheraton!